Esa noche majestuosa fue la maravillosa, tenebrosa y fúnebre noche que mi reinado empezó cuando al master,al fúnebre, al híbrido, al monstruo, a mi amado, a mi creador, al único de mi especie, al grandioso, a mi dios, le di las riendas sueltas para salir de caza usualmente lo hacia el y esa noche fui tu reina, fui tu diosa, fui tu maestra que te ordenaba a quien cazar con solo una mira y con un solo gesto ya tenias a tu presa en tus manos, devorando despiadadamente sin que tuvieras remedio, sin que tuvieras voluntad que obedecer, tan solo acatabas lo que tu reina mandaba... te satisfacías y a la vez me satisfacías; al ver correr por tu mandíbula la sangre de tu pobre víctima me excitaba y tu lo sabias...me observabas cuando comías,cuando devorabas, cuando succionabas las ultimas gotas de ese cuerpo tan inerte, tan flácido, tan pálido, tan frió y te encantaba verme remordiendome de excitación...que grandiosidad se siente ser como eres, ser tu, ser la que guiara a tu manada, me siento libre, me siento tan satisfecha... nadie me quitara la satisfacción de saber que mi trasformación llego a un extremo maligno, despiadado, lujurioso, patético, sediento de sangre,tan oscuro como el mismo dios de las tinieblas...
Y recordar que hace unos años eran el pobre hijo de un ser maligno que todo lo veía amor, sin saber que la maldad corría por sus venas, cuando era adolescente era tan solo una púber que
solo jugaba ha ser una niña mala cuando era joven me creía capaz de hacer daño y nunca lo lograba y ahora en mi deseada y gozada adultez he madurado lo suficiente y he creado un monstruo que puede matar a un cristiano con el solo echo de mirarlo, petrificar su alma, destruir todos sus canales a la realidad, bombear odio puro por sus venas, destrozar su corazón con un solo chasquido de mis dedos, pudrir todo lo bueno que había en el...
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