miércoles, 14 de abril de 2010

EL ROJO,,,


Sentir tus manos rosando mi piel, mis pezones erectos, tenias la piel caliente y yo fría como la mujer fúnebre, pues tu posaste tus labios en los mios, nuestras lenguas se enredaron como dos víboras cuando se aparean, presionaste mi pecho contra el tuyo, masajeaste mis enormes mamas, tu lengua paso su humedad y succiono todo lo que encontró a su paso, esa vestimenta roja que llevabas encendió el fuego que había entre nosotros, me mostraste el niño que tenia que devorar, lo cogí por el cuello, de un solo bocado me lo trague, saborie cada milímetro de ese pequeñin, tan asustadizo que por momentos se ponía fuerte y peleaba contra mi, nuestros cuerpos rosaron sin llegar al tiempo de gloria, tan solo era la muerte de un inocente.

No hay comentarios: